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El mundo visto con los ojos del Mallinckrodt I Espiritualidad

Por lo tanto, en el caso del Santo Sacrificio de la Misa, y papó su imagen, añadiendo a la sangre pintada en la
las liturgias que conforman el Triduo Pascual, los even- madera el agua que el Evangelio nos dice que brotó de
tos que ocurrieron hace más de dos mil años se hacen la herida de la lanza. Ese Cristo Crucificado que sobre-
presentes para nosotros litúrgicamente. Los cristianos, vivió al fuego, que los romanos llevaron en procesión
tuvimos el desafío de participar de las liturgias a través contra la peste; ese Cristo Crucificado que San Juan
de la televisión, la radio o las redes sociales; de unirnos Pablo II abrazó durante la liturgia penitencial del Jubi-
espiritualmente, haciendo sitio en nuestros hogares y leo del 2000, fue el protagonista silencioso e inerme en
en nuestros corazones para que, aunque estuviése- el centro del espacio vacío. El Papa Francisco parecía
mos aislados, el pensamiento y el espíritu —en Jesús pequeño, y aún más encorvado al subir los escalones
nuestro Salvador— pudieran llegar lejos, más allá de del atrio, no sin esfuerzo y en soledad, haciéndose in-
nuestros propios hogares, con la creatividad del amor. térprete de los dolores del mundo para ofrecerlos al pie
La comunión de la Iglesia fue de todos modos latente: de la Cruz. Una vez más, el protagonista fue Él, ese
en los hogares convertidos en templos domésticos. Jesús que inmolándose quiso hacerse alimento para
nosotros y que también hoy nos repite: “¿Por qué te-
El día en que la Iglesia conmemora la Última Cena ce- néis miedo? ¿Aún no tenéis fe?... No tengáis miedo”.
lebrada por Jesús con sus doce discípulos en «la noche
en que iba a ser entregado» (1 Cor 11,23), durante la Hemos vivido un hecho inusual que quedará marcado
cual el Maestro instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio en nuestras vidas, pero que, si hemos sabido vivirlo
cristiano y que marca el inicio del Triduo Pascual, el creativamente y con amor —reconociendo que nuestro
Papa Francisco celebró la Santa Misa en la Basílica futuro está en Dios— habremos salido fortalecidos en
Vaticana. Una Misa inusual, con el Sumo Pontífice en nuestra Fe.
una basílica semivacía.
“Cuando nos veamos enfrentadas a lo desagradable,
El protagonista de la oración que en la tarde del 27 de miremos al Señor, y luego con rapidez, podremos domi-
marzo —anticipo del Viernes Santo— celebró el Papa nar completamente la situación. Cuando haya pasado
Francisco y millones de católicos siguieron por internet. la ocasión, debemos prepararnos para nuevas dificulta-
en una plaza vacía de San Pedro sumida en un silencio des.” Beata Madre Paulina von Mallinckrodt . g
irreal, fue Él. El Crucifijo, con la lluvia torrencial que em-

Pandemias y circunstancias excepcionales

Las condiciones en las que se celebró esta Pas- de una buena higiene personal, la implementación
cua no son inéditas: los papas y obispos a lo largo del aislamiento, la cuarentena y el cierre de luga-
de los siglos han promovido medidas extraordina- res públicos como las escuelas, los teatros, etc.
rias para evitar contagios. Por ejemplo: En Estados Unidos se cerraron todos los lugares
de reunión pública, a fin de evitar la propagación
La pandemia de influenza de 1918-1919, también de la enfermedad, incluidas las iglesias. La Iglesia
conocida como la “gripe española” (simplemente se mantuvo a la vanguardia de la batalla médica y
porque fue el país donde más afectados ‘infor- espiritual contra la enfermedad. Particularmente,
mados’ hubo; teniendo en cuenta que la prime- cuando el Consejo de Salud de Filadelfia ordenó
ra guerra mundial estaba en su culminación), es el cierre de todas las escuelas, y suspendió los
considerada una de las peores pandemias de la servicios religiosos hasta nuevo aviso, el arzobis-
historia. Los esfuerzos para prevenir la propaga- po Dennis Dougherty ofreció los edificios arquidio-
ción de la enfermedad estaban limitados a inter- cesanos para ser utilizados como hospitales tem-
venciones no farmacéuticas, como la promoción porales. Además, reclutó a todos los sacerdotes,

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