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El mundo visto con los ojos del Mallinckrodt   I   Espiritualidad

           ha hecho explícita y tajante, que no sólo se trata de algo   duda, nos encontramos frente a un misterio. El conoci-
           optativo y elegible, sino que somos responsables del otro   miento sólo nos permite abrazar una realidad, acercarnos
           porque en ello va nuestra integridad en algo tan esencial   a ella, rodearla, pero no penetrar con nuestra mente lo
           como la salud y la vida.                        que es, ni siquiera lo que soy.
           Pero si bien este flagelo del Covid 19 nos enfrenta a una
           acelerada interdependencia de todos los seres huma-  La realidad profunda
           nos, remitiéndonos en un principio a un vínculo de tipo   Retomando el hilo, por nuestras capacidades sensoria-
           biológico, que dispararía una toma de conciencia de las   les o mentales solo podemos abrazar lo que es, pero sin
           relaciones materiales, prestemos atención a aquello que   penetrar en la realidad. Sin embargo, podemos alcanzar
           la mística siempre intuyó y a que la ciencia más reciente-  una suerte de fusión con el otro y/o lo otro cuando lo ama-
           mente ha abierto sus puertas, a una unidad que va más   mos, porque no vamos a entenderlo porque el entendi-
           allá de lo aparente.                            miento apela a la razón, sino porque vamos a compren-
                                                           derlo porque la comprensión apela al corazón, entendido
           Lo que hacemos produce efectos                  éste como lo más profundo del ser humano. Por el amor
           Nos sirve ese principio que Einstein graficaba al contar-  nos fundimos con la realidad, con aquello que es y de
           nos que un pétalo de una rosa que cae al suelo impacta   ese modo se produce la unión con el otro que llamamos
           sobre la estrella de la constelación más lejana, para vis-  comunión.
           lumbrar que lo que cada persona siente, expresa o hace,
           influye en toda la humanidad.                   Formamos parte de un todo
                                                           Entonces más que una acción puntual podríamos inter-
           La pandemia puede resultar un disparador        pretar que se trata de una toma de conciencia de una
           En definitiva, hoy que la mística y la ciencia pueden con-  realidad en la cual formamos parte de un todo, que lo que
           siderar la unidad del género humano, la pandemia es un   hacemos es darnos cuenta que podemos sintonizar esas
           disparador para interpelarnos sobre el significado de la   ondas que nos permiten, como un celular a un canal, sin-
           unidad de la humanidad, sus implicancias y alcances tan-  tonizar una dimensión en la cual con nuestras particula-
           to como disquisición filosófica y como toma de conciencia   ridades formamos un solo cuerpo, cuya articulación es el
           de la excepcional y de la trágica situación, y el lugar de la   amor. No hay como los poetas para pincelar una realidad
           solidaridad y la fraternidad de cada uno con el otro.   que supera nuestro entendimiento y hasta nuestra ima-
           Si afirmamos que “somos siendo con los otros”, al decir   ginación, como es el misterio del Camino, Verdad y Vida
           del Dr. Labaké, haremos carne la comunión con el otro,   que es el Amor,
           sea quien fuere, sin distinción de frontera alguna y asumi-
           remos a la familia humana como grupo de pertenencia y   La Llama Viva
           a la naturaleza como nuestro hogar. La opción está plan-  Fray Mamerto Menapace, en su cuento La Llama Viva,
           teada, o dejamos que sea el respeto, la apertura, la fra-  nos habla de varias luciérnagas que encarnan las acti-
           ternidad, en definitiva: el amor, y lo que guíe nuestra exis-  tudes de los humanos. Las que se acercaban a la Llama
           tencia, o lo opuesto, definimos y juzgamos desde nuestra   Viva, que era fuente de calor y energía, no necesitaban
           óptica particular aquello que está bien o mal, como jueces   explicar lo que les sucedía al hacerlo, porque irradiaban
           implacables que hacemos de nuestra perspectiva el fiel   lo vivido y se planteaban ¿Quién es esa Luz? Pero no
           de la justicia humana,                          podían responder, podían hablar de los efectos senti-
                                                           dos, del calor y de la vida, pero no tenían experiencia en
           “Sean Uno como mi Padre y Yo somos Uno”         la llama misma. Temían entregarse a algo desconocido
           Esta perspectiva espiritual de ser todos Uno con raíces   y que podría consumirlas... Y finalmente la luciérnaga
           en Oriente y en Occidente, explorada por los místicos,   soñadora se dejó seducir por la Llama Viva, “produjo un
           encuentra para los cristianos un fundamento en la expre-  estallido de luz y se quedó ardiendo, unida para siempre
           sión evangélica de Jesús; “Sean Uno como mi Padre y Yo   a la llama que no consume, asume. Nunca regresó para
           somos Uno”. Y entonces para los creyentes ¿cuál es su   llevar respuestas. Se quedó allá generando preguntas.
           alcance y significado?.                         Y manda mensajes de luz desde la Llama Viva”. “Su-
           ¿Hablamos de una imagen, de algo simbólico, o por el   merjámonos en Dios sin miedo”.  g
           contrario tiene una connotación que la trasciende?. Sin


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