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El mundo visto con los ojos del Mallinckrodt I Visitando las iglesias de Buenos Aires
Santuario de la Vida
Parroquia santuario San Ramón Nonato
por Susana Saenz de Fernández
“Santuario de la Vida”, qué linda descripción para esta iglesia que
invitamos a visitar y conocer. Eso es lo que se vive allí en cada
celebración y bendición: la Vida es un regalo de Dios, regalo que
queremos agradecer cuidar y hacer crecer. En el barrio de Vélez
Sarsfield, a pocas cuadras de la Av. Juan B. Justo nos espera para
pedir, celebrar y agradecer el milagro de la vida.
Un poco de historia
El 2 de febrero de 1931 se inaugura una humilde capi-
lla, de madera y chapas de zinc, en el actual predio del
Templo, bajo la advocación de María Auxiliadora. Su
fundación, aunque precaria, responde a la necesidad
de atender las necesidades de un barrio que ya por
entonces se denominaba Vélez Sarsfield y se poblaba
rápidamente de inmigrantes italianos.
Estaba en su destino tener varias advocaciones, que
cambian a San Jenaro en 1933 y vuelve a dedicarse
a María Auxiliadora en 1936, años en que la capilla
fue experimentando mejoras edilicias. El P. Di Pasquo,
quien misionaba en el barrio y presidía la Misa domini-
cal, contaba con el apoyo de familias de buenos recur-
sos, entre ellas las hermanas Rivero, quienes ofrecie-
ron donar los fondos necesarios para la construcción
del Templo, con la sola condición de que el mismo se
pusiera bajo la advocación de San Ramón Nonato,
como homenaje a su padre Ramón Rivero, reciente- Una advocación y un destino
mente fallecido.
El 2 de septiembre de1939 el Cardenal Santiago Luis ¿Por qué el cambio de advocación marcó el destino de
Copello inauguró el templo de San Ramón Nonato, tal la Parroquia? Hoy se la conoce como el “Santuario de la
como lo conocemos hoy en la calle Cervantes 1150. Al vida”, un templo dedicado a las familias. En palabras del
año siguiente, en el primer aniversario de la inaugura- Padre Rubén Ceraci: “En un momento de la vida de las
ción del templo, al igual que en todo el mundo, tuvo lu- parejas comienza a aparecer la frase ‘queremos ser pa-
gar la celebración de la Fiesta Grande de San Ramón, pás’, el amor que nació y fue madurando, que hizo crecer
conmemorándose los 700 años de la muerte del santo. la vida en el corazón de los que se aman desemboca en
En 1993, Monseñor Quarracino declara a la Parroquia la necesidad de que esa vida sea más visible, palpable,
como Santuario. en la necesidad de acunarla, cuidarla, verla crecer. Ese
es el momento de la vida que acompañamos en el San-
tuario San Ramón Nonato, el Santuario de la Vida”.
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