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Abrimos las puertas del Colegio I Catequesis
consuelo y la respuesta en el Evangelio. Nos unimos en
oración y ahora nos repetimos una y otra vez: “Jesús
cuando Vos quieras, como Vos quieras”.
El evangelio según San Lucas 2,1-20 nos ayudó a re-
zar. Tratamos de situarnos en la época y en todo aque-
llo que debió ir pasando por el corazón de María y José.
Ellos seguramente habrían preparado todo para recibir
a Jesús de la mejor manera. José debe haber hecho
una lindísima cuna y María habrá bordado las sabani-
tas. José debe haber trabajado la madera para hacer
algún mueble donde guardar las cosas del recién naci-
do, esas que María debe haber confeccionado con sus
propias manos. Y de pronto, un decreto, un censo, ir
a otra ciudad. Cambio de planes rotundos, claramente
no se podría llevar todo lo que con tanto amor habían
preparado. Pero se pusieron en camino, como estaban,
con lo que podían. Al llegar a Belén, ciudad de la familia
de José, nadie quiso o nadie pudo recibirlos. Tratamos
de identificar qué sentiríamos nosotros ante una situa-
ción como esa, algo parecido a los sentimientos que
fuimos teniendo en este tiempo.
Finalmente, alguien se compadece y les ofrece una
cueva para animales, con olor a animales, sin comodi-
dades, pero es una ofrenda desde el corazón. No tengo
grandes cosas para ofrecerte, pero esto que tengo y
así como lo tengo te lo doy…
Y así fue como Jesús nació en el lugar menos esperado
seguramente, pero elegido por Dios. Allí en esa gruta
se vivió el momento más grande de los hombres, Dios
se hace hombre y ese día el mundo florece con su divi-
na presencia. Hasta esa humilde gruta pudieron llegar
los más sabios y ricos a adorar al niño, y también llega-
ron los más pobres e ignorantes a postrarse a sus pies.
Y así habiendo pasado tantos años, hoy para nosotros,
la Navidad es una de las fiestas más lindas. Locura de
Dios, es el día del cumpleaños de Jesús y todos recibi-
mos regalos, esa es la generosidad de Dios. Pero para
que todo esto ocurriera también hubo grandes renun-
cias, dolores, decepciones, cambio de planes.
Hoy también a nosotros se nos dice cambio de planes.
Y así rezamos para tener un corazón dócil como el de
María y José, un corazón dispuesto a aceptar nuevos
desafíos, nuevas propuestas. Por eso una vez más
rezamos y los invitamos a rezar con nosotras “Jesús
cuando Vos quieras, como Vos quieras”. g
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