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Abrimos las puertas del Colegio I Exalumnas

de nuestras posibilidades, ese corazón, para que esté niños que son amados en una familia. Que tuvieron una
preparado para recibir a su nueva familia. Estos niños infancia en donde se sintieron queridos y cuidados. Y
son muy fuertes, tienen inmensas ganas de vivir, pero también transforma nuestras vidas con la alegría y el
sobre todo tienen necesidad infinita de recibir amor y amor que ellos nos dan.
contención familiar. Queda la invitación hecha para sumarse a este proyec-
El momento de dejarlos ir es muy duro para todos, pero to, hemos recibido mucho en nuestras vidas y podemos
nos preparamos y sabemos que allí empieza la mejor dar mucho. Solo hay que abrir los ojos y ver la necesi-
parte para el niño, allí empieza su familia. ¡Cómo los ex- dad, tocarla y animarse a amar. En Familias Abiertas o
trañamos! Los primeros días luego de la partida se sien- en cualquier lugar donde el Señor nos llame. g
te un vacío enorme. Pero qué lindo, a pesar del dolor, es
saber que la tarea está cumplida. Que en la parte que
nos tocaba dimos lo mejor y que fuimos parte de una Cata, M. y yo.
historia que muchas veces no sabemos como sigue. No
siempre volvemos a verlos.
Lo que más me gusta de esta tarea es que la puedo
compartir con mi familia. Que mis hijos aprendan a
amar a otro, a dar un servicio a los más necesitados, a
confiar en la Providencia, a conocer realidades difíciles,
que valoren la familia, el amor, la importancia de que la
vida vale siempre, no importa como venga. Y que luego
puedan soltar, porque amaron mucho. Toda la familia
sale beneficiada porque se ensancha el corazón, como
con cualquier servicio que uno hace, cuando uno da, es
mucho más lo que recibe.
Otra característica que me gusta de este servicio es que
es a tiempo completo. Nos encuentra estando conten-
tos, o estando tristes. Nos enfrenta a nuestro cansancio
y nos acompaña en nuestros días buenos y en nuestros
días malos. Es un darse como uno es, en todo momen-
to, con nuestros aciertos y con nuestras mezquindades.
E incluso, a pesar de ellas, es una tarea que plenifica.
Es un servicio que sin duda transforma las vidas de esos

Todos con M., con sus papás de adopción
el día en que se fue de casa.
Catalina y F. jugando en la galería de casa.

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